Vivimos en un día a día bombardeados por tentaciones constantes para ser infieles. Los medios de comunicación no hacen más que aumentar este deseo con sus sensuales hombres y mujeres de cuerpos esbeltos que nos dan una visión distorsionada de la realidad.
Realmente es increíble a lo que hemos llegado. Parecería ser que nos hemos revelado. En realidad es muy difícil controlarse del engaño y muchas veces no es por falta de buena voluntad. Algunas personas son genuinamente adictas a la adrenalina del engaño.
Sienten como sus corazones se aceleran y su sangre circula más rápidamente y les encanta. La culpa del engaño los envicia, es la única forma en que logran sentir algo verdadero, animal y algunos dirán primitivo.
Pero eso ya no tiene que ser así. Aquí les vengo a presentar un ritual que por fin podrá traer fin a todos aquellos insalubres deseos autodestructivos. Un hechizo que apoya las relaciones monógamas y con vistas a un futuro.
Ya se podrán despedir de aquellos locos deseos que luego no les permiten ver a su pareja con claridad y nomás estorban en donde no deberían llevando a la destrucción de millones de corazones y peor aún a la destrucción de hogares.
Materiales a utilizar:
- Una vela roja
- Una fotografía de la pareja
- Un par de cabellos de ambos
- Un cuarzo
- Una cinta blanca
Momento y locación:
Lo que tiene de curioso este ritual es su locación pues como otros tantos requiere de una locación un tanto especial; la playa. El momento; la noche de un viernes.
Procedimiento:
Una vez que te encuentres en la orilla de la playa habrás de tomar la fotografía y colocar por encima de ella los cabellos entrelazados. Luego habrás de cerrar la fotografía y atarla con una cinta. Colocareis el cuarzo por encima, prenderás la vela mientras dejas caer la cera roja por sobre la fotografía y el cuarzo dirás 3 veces:
“La maldición del engaño evoco en esta noche
llamo a los deseos carnales y los ahuyento
Isis madre de la naturaleza
Te invoco, despojadme de lo primitivo
Liberadme de los malos pensamientos
E inundadme de pureza.
Esto te suplico y esta es mi ofrenda
Hágase esto por ser mi voluntad
Hágase de mi voluntad la realidad.”
Habrás de dejar entonces que el agua parta con tu ofrenda y el hechizo estará hecho.